SUEÑOS

Soñaba con el amor de su vida, con un amor que fuera de verano y de invierno. De hoy y de mañana. De tarde y noche también. Soñaba con soñarlo correcto, imaginarlo perfecto y luego, cuando dicidiera estar preparada, hacerlo real. Soñaba tanto con ello que cuando se quiso despertar del gran cuento, uno tan real como la vida misma estaba ya dentro de ella...y la noche ya se estaba echando encima de nuevo. Llevaba mas de cien días viviendo el sueño perfecto y ella seguía soñando con hacer real su mundo de sueños. Y te diré que la realidad que vivía superaba en mil noches a la ficción que imaginaba, pero eso no pudo verlo hasta que las noches se hicieron días y empezó a descubrir la más triste realidad de su mundo. Se había desvelado asustada, desesperada, inquieta y lo único que deseaba ahora, era no haber soñado nunca para haber podido así aprovechar la increíble sensación que experimentaba cada vez que estaba despierta. Ahora solo nos queda cerrar los ojos y hacernos los dormidos, pero intentar no soñar más allá de nuestra propia realidad para que ésta sí que supere los sueños. Me he dado cuenta de que puede hacerlo, y de qué manera...Y creo que solo así, quizá algun día puede que tú vuelvas a aparecer en mi vida y yo vuelva a soñar contigo de nuevo.