Inexplicables

De repente sucede...que se paraliza el mundo y nada ni nadie puede dar respuesta a ese fenómeno que va quedando sin aliento, sin respuesta para tantas y tantas preguntas. Parece que no somos conscientes, vamos tan rápido que no damos importancia a los buenos días, los buenos ratos, los besos, el cariño de tu familia, amigos, la compañía, la sonrisa de las ocho de la mañana, el bizcocho de la abuela. Nos sabe a poco, indiferente, tanto que no sabemos que tenemos mil cosas que todos los días nos estan haciendo felices, sin darnos cuenta. Sin darnos cuenta...Hasta que te falta el detalle más mínimo del que ni siquiera te habías percatado. Sólo lo haces en ese momento, cuando desaparece. Y hablo yo, que no sé de la vida, que no entiendo la injusticia, los ladrones, la desgracia, la gente que no sonríe...a lo poco que sé, y he de reconocer que estoy hablando con miedo, pena.. diría que si sé de la sonrisa, las ganas de vivir, de bailar, de chillar, de volverte loco, de disfrutar. Y por esa razón no entiendo por qué a veces la vida te da un golpe por el lado que no esperabas y no sabes como reaccionar, de repente te has vuelto el más ignorante del mundo y lo peor de todo, es que las respuestas no siempre están ahí. Y entonces es cuando reflexionas y te paras a pensar, en la suerte que tienes, en lo rápido que va todo y lo que tardamos en darnos cuenta. Tenemos dos días para ser felices y el primero es el AHORA, sí, ahora, que tu estás planeando las vacaciones de verano, la actuación final del curso, haciendo medias, cálculos para dentro de cinco años, planeando metas, sueños..y todo para que igual, antes de que llegue el segundo día, la mitad de tu vida habrá pasado tan rápido que vete a saber donde quedará ese futuro tan brillante que habías planeado. Sigo sin ententender que te quiten las ganas de vivir, o la vida. Lo único que se con certeza es que hoy hay una estrellita más brillando en el cielo que va a iluminar allí tanto o más como lo hacía entre todos nosotros.